Doroteo Hernández Vera

Don Doroteo Hernández Vera

Sacerdote- Fundador del Instituto Secular “Cruzada Evangélica”
Don Doroteo Hernández Vera, nació en Matute de Almazán, Soria, de muy cristiana familia el 28 de marzo de 1901. Venciendo enormes dificultades económicas, con una fe inquebrantable y excepcional tesón, llegó al sacerdocio tan vivamente deseado. Ejerció su ministerio en las diócesis de Soria, Santander y Madrid. 
En Santander fue Beneficiado y Canónigo más tarde en la Catedral de esta Cuidad. Aquí es organizador y Consiliario de la Acción Católica Femenina, de la Asociación de Estudiantes Católicos, Capellán de la Prisión, Asesor Provincial de Sindicatos, Profesor de Sociología del Seminario, Redactor religioso  de “Diario Montañés”…

Al ser nombrado capellán Mayor de Instituciones Penitenciarias, se trasladó a Madrid. En este servicio visitó todas las Prisiones de España, haciendo una positiva labor entre los presos y Capellanes de Prisiones, como a raíz de la guerra civil española de 1936, lo había realizado predicando con la palabra y el ejemplo, el perdón y la reconciliación. 

Pero en la vida de Don Doroteo hay una frase evangélica clave: LA MIES ES MUCHA, LOS OBREROS POCOS”. Leída infinidad de veces, y mejor comprendida en unos históricos Ejercicios, influye en su vida definitivamente. Le falta conocer cuál es la parcela de trabajo que Dios le reserva en esta inmensa mies. La busca sin cesar durante diez y nueve años Al final la encuentra: Es el Instituto Secular “Cruzada Evangélica “ , que funda en Santander – año 1937 -  , al comprobar que él sólo no puede realizar la ingente tarea que ve necesaria: LA REEVANGELIZACION DE LAS CLASES POPULARES, alejadas de Dios y de la Iglesia. 

Está también convencido Don Doroteo, desde siempre, que los seglares consagrados , ejerciendo su profesión en medio del mundo, o  formando equipos cuando lo reclamen necesidades urgentes, serían utilísimos a la Iglesia para hacerla presente entre los hombres. 

Y al no poder llevar a cabo su ideal, fue misionero en su patria, e impulsador de vocaciones misioneras. Visitó varias veces América, África, y hasta ejerció como Párroco misionero durante un tiempo, con no pequeño fruto apostólico. 
Poseía Don Doroteo, importantes condecoraciones que jamás ostentó. Prefirió siempre la cruz de su rosario, rezando constantemente durante su larga enfermedad y su silencio total de tantos años ofrecidos como oblación por la Iglesia a la que tanto amó. 

Falleció santamente en Coslada, (Madrid)  - Obra Social “Ascensión Sánchez”  - donde está sepultado, y espera su resurrección. 
“Hombre de Dios, sencillo, humilde, humano, cordial, trabajador incansable, eminentemente práctico, con un gran amor a Cristo y a la Iglesia.”
Así, definió a Don Doroteo el Boletín Oficial de su Diócesis. 
El Instituto Secular “Cruzada Evangélica” fue aprobado definitivamente por la Santa Sede en 1976. Hoy está extendida en tres continentes.

http://www.ascensionsanchez.com/doroteo.txt