
16 de marzo. + II DOMINGO DE CUARESMA.
- Gén 15, 5-12. 17-18. Dios inició un pacto fiel con Abrahán.
- Sal 26. El Señor es mi luz y mi salvación.
- Flp 3, 17--4, 1. Cristo nos configurará, según su cuerpo glorioso.
- Lc 9, 28b-36. Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió.
Contemplar la gloria del rostro de Dios en la humanidad de Jesús, sabiendo que él comparte nuestra humanidad y nuestras tentaciones. Jesús se nos presenta resplandeciente para iluminarnos con la luz de la verdad de Dios. Esta verdad pasa por la cruz, y pide de nosotros una mirada limpia para contemplar su rostro con la esperanza de que caminaremos en su presencia en el país de la vida. El rostro transfigurado de Jesús es el rostro misericordioso de Dios. Solo con nuestras fuerzas no podemos contemplar su rostro, nos tenemos que dejar guiar por al gracia que se nos otorga en la vida espiritual de los sacramentos y la oración.
VII DOMINGO DE SAN JOSÉ
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