
14 de abril. + III DOMINGO DE PASCUA.
- Hch 3, 13-15. 17-19. Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
- Sal 4. Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.
- 1 Jn 2, 1-5a. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados y también por los del mundo entero.
- Lc 24, 35-48. Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día.
No somos seguidores de una idea, sino de una persona en la que confiamos. Esta persona es Jesús resucitado, que reúne a los suyos, se presenta ante ellos, les infunde paz, y les muestra las heridas de su pasión. La resurrección está unida a la pasión y muerte, el resucitado es el que ha padecido y ha atravesado la muerte. Jesús quiere hacerse visible con su cuerpo resucitado en medio de su comunidad. Después de que se hayan vuelto a congregar superando su dispersión, quiere infundirles paz para que superen también su miedo y recobren la gloria de la adopción filial y la esperanza de la felicidad eterna.
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