miércoles, 22 de febrero de 2012

BEATO JUAN MASIAS (IV)

A la edad de treinta y siete años, en enero de 1622, hallándose en Lima, recibió el hábito dominico. Cumplido el año de noviciado, profesó de lego. En esta calidad decidió ofrecer a la comunidad su esfuerzo corporal, ejercicio que no por humilde es menos acepto a la misericordia divina, y por él y en sumisa obediencia han llegado no  pocos privilegiados a la cumbre de la perfección. Se le asignó al servicio de la portería del convento de la recoleta de Santa María Magdalena, que tenía la Orden de Santo Domingo de Lima.

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