sábado, 1 de septiembre de 2012
Museo Regina Coeli (I)
TESOROS A LA SOMBRA DEL CONVENTO
El Museo Regina Coeli custodia las obras de arte que por seguridad no pueden estar en las iglesias
AL LADO DEL MEJOR ARTE RUPESTRE DEL MUNDO, AGUARDA EL PATRIMONIO RELIGIOSO REGIONAL, DESCONOCIDO PARA LA MAYORÍA DE CÁNTABROS
A pocos metros de donde la naturaleza creó la Capilla Sixtina del Arte Cuaternario, existe un convento recoleto y silencioso, creado por los hombres, que guarda tesoros de los que son dueños los cántabros pero que, sin embargo, desconocen en gran medida.
Mientras se lucha tenazmente por poder ver nuevamente los bisontes de Altamira, los cántabros orillan un lugar extraordinariamente bello, situado en plena villa medieval de Santillana del Mar.
El museo se creó en el año 1967, nada más acabar el Concilio Vaticano II. La imágenes quedaron entonces desterradas en almacenes o sacristías, siendo una tentación para ladrones al servicio de ricos coleccionistas.
El capellán de las Hermanas Clarisas, Antonio Niceas creo este museo y se ocupó de hacer un inventario fotográfico de todo lo que existía en las parroquias. eso facilitó que ni los propios curas, ni los ladrones, se pudieran deshacer de estas obras porque todas las imágenes se podían localizar fácilmente.
La reticencia de los párrocos y parroquianos, hace 50 años, a que esas imágenes que habían sido de su devoción salieran de sus parroquias, fue en algunos casos importante.
Aunque en el museo predominan las obras realizadas en la región, también se muestran piezas de grandes artistas castellanos y andaluces, y otras procedentes de la América colonial y Filipinas, que llegaban a los pueblos, en gran parte, como tributo de los indianos.
Las más valiosas económicamente son las de platería colonial (custodias, cálices, ambones) y tapices chinos "que ahora se valoran muchísimo".
Nieves Bolado (El Diario Montañés) 12-08-12
http://www.eldiariomontanes.es/
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