martes, 16 de septiembre de 2014

Almazán

Los adnamantinos viven los cinco minutos más intensos del año

La traca volvió a acompañar a Jesús Nazareno a su paso por la plaza Mayor de Almazán.

Cinco minutos de silencio y cinco minutos de estruendo. Todo al mismo tiempo. Los cinco minutos más esperados del año por los vecinos de Almazán, que cada septiembre acompañan a su Jesús Nazareno desde la iglesia de Nuestra Señora del Campanario hasta su ermita, ubicada junto a la plaza Mayor. La tradición se cumplió un año más y la emoción se mostró en los rostros de los adnamantinos, que sienten una gran devoción por esta imagen, protagonista de las fiestas que comenzaron en la noche del miércoles y que llevan su nombre.

Tras bajar la imagen quienes por la mañana se habían hecho con los banzos en la subasta hasta la plaza Mayor desde el Campanario, las luces se apagaron a las 22.00 horas, justo con el sonido de las campanas, y tras un breve instante de silencio comenzó la intensa traca, de casi cinco minutos de duración, que acompaña a la imagen desde que entra hasta que sale de la plaza. 

El estruendo y el color de los fuegos artificiales, junto al ruido que provocaron, volvió a estremecer a los vecinos y a aquellos que no quisieron perderse uno de los actos festivos más llamativos de la provincia.

Y así, entre el humo y el olor a pólvora, la imagen de Jesús Nazareno abandonó la plaza para continuar unos metros hasta ser introducido en su ermita, donde permanecerá hasta su subida de nuevo al Campanario, el próximo mes de septiembre. La imagen entró en su templo de espaldas para no perder la cara a los vecinos y al pueblo de Almazán.

V.F.S.| Foto: Mario Tejedor /  Heraldo de Soria 08/09/2014

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