Laredo

EL ARTE DE RESTAURAR
La rehabilitación del retablo central de la iglesia de Santa María de Laredo se abre al público y supone una ocasión única para admirar la meticulosidad de todo el proceso

La recuperación del retablo ha supuesto una inversión de 288.000 euros

Los trabajos de restauración han permitido recuperar las policromías originales en los elementos escultóricos

Las nuevas tecnologías, además del trabajo manual y meticulosos, permiten devolver al retablo parte de su esplendor

Los trabajos de restauración se han desarrollado en los últimos quince meses

Capa a capa, el retablo de Belén ha revelado su historia, un proceso que comienza en el siglo XV y que implica tanto a la iglesia de Santa María de Laredo, donde constituye un elemento central y esencial, como a la historia de la villa cántabra.

"Mucha ente no comprende lo que hay detrás de un trabajo de restauración, piensa que algo similar a una chapuza doméstica que se resuelve en un mes", lamenta Laura Ceballos, técnica del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) y directora del proyecto.

El extraordinario conjunto, escultórico y pictórico, también constituye el primer bien mueble que se convierte en objeto de una visita guiada, según el programa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

La importancia estética e histórica de la obra, su estado de conservación y el interés científico, son los criterios que dan lugar a la elección de los marcos que precisan actuación.

La recuperación del retablo ha supuesto una inversión de 288.000 euros y quince meses de ardua labor. Las tareas de recuperación también han insinuado un debate común a la historia del arte.

Además de alimentar la polémica,  los técnicos han descubierto hasta catorce capas en las carnaciones de la Virgen y se han remontado hasta la primera como si se tratara de extraer las sucesivas piles de una cebolla.

El regreso a las circunstancias primitivas no implica, sin embargo, recuperar su esplendor.

Esta situación no ha impedido la desaparición de los añadidos posteriores, generalmente contemporáneos y llevados a cabo cuando las imágenes han sido enviadas a museos de Toledo, Innsbruck o Lovaina, entre otras instituciones que las han demandado para la celebración de citas temporales.

La obtención de su condición original nutre otra polémica suscitada habitualmente por el proceso de restauración. La incidencia de los variables gustos estéticos acompaña también a la historia de la arquitectura religiosa. La tradición de las buenas prácticas se había perdido.

La ostentación del retablo también esconde otros secretos fatales para su conservación, como la inclusión posterior de cemento para unirlo al muro, lo que facilita la pudrición de la madera. La cercanía de las tallas permite una observación excepcional.

La iglesia de Santa María, uno de los ejemplos más importantes del gótico de la costa cantábrica, corona la Puebla Vieja, una trama compuesta por seis calles que remiten a la fundación de la localidad según el fuero concedido por el rey Alfonso VIII hacia 1200.

Gerardo Elorriaga (El Diario Montañés) 2-10-14

www.eldiariomontanes.es