CLAVELES, A DOCE EUROS EL RAMO
Flores en las calles y lápidas limpias en los cementerios, antesala de la celebración de Todos los Santos
Calle Miguel Artigas, en el centro de Santander, donde cientos de flores están dispuestas para adornar las tumbas de los difuntos
Doce de la maña de dos días antes de la celebración de Difuntos. Los centros de flores han abandonado las tiendas y toman aceras en cualquier rincón de Cantabria.
La calle Miguel Artigas, en pleno centro de Santander, bulle de público -en efecto- casi todo personas de edad. Pero el meolllo de la agitación se sitúa cerca de los cementerios.
Entrar en Ciriego, en cualquier cementerio, es constatar que, hasta en el último momento de la vida todos somos iguales. Destacan en este inusual paisaje algunos túmulos y panteones de fallecidos de etnia gitana.
Hasta el final, hay gente simpática que posiblemente supo disfrutar de lo bueno de la vida.
En el cenotafio dedicado a la memoria de los muertos alemanes de la Legión Cóndor no hay flores. Reverdecen por el contrario las flores en el monumento que recuerdan a quienes cayeron o fueron tirados defendiendo a la República. La Historia.
Nieves Bolado (El Diario Montañés) 31-10-14
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