Un 60º aniversario especial con una nueva talla
La Verónica, que ha sido sufragada por los 330 cofrades de la entidad, procesiona este año por primera vez.
Para la Cofradía de Las Caídas de Jesús 2015 será un año especial.Festeja su 60º aniversario con la incorporación de una nueva imagen religiosa a su cortejo sacro: la representación de la Verónica, la mujer que mostró compasión y enjuagó el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario.
Realizada en el taller de imaginería Arte Salmerón de Socuéllamos (Ciudad Real), la Verónica cuenta con una altura de 1,70 metros y un peso de aproximado de más de 30 kilos.
Bendecida por el obispo de Osma-Soria, Gerardo Melgar, el pasado 22 de marzo, la imagen ha contado con un presupuesto de unos 30.000 euros asumidos por los cofrades a través de cuotas especiales e iniciativas como lotería de Navidad.
Los ensayos para portar la imagen comenzaron, en sincronización con la banda de cornetas, trompetas y tambores, a principios del pasado mes de marzo.
Pero, a su vez, este año la banda de música de Las Caídas de Jesús, contará con nuevas incorporaciones.
La Cofradía de Las Caídas fue auspiciada por un grupo de vecinos del barrio de San Pedro.
El paso de Jesús con la cruz a cuestas fue el primero que desfiló por las calles de Soria en carroza de ruedas.
En origen, la carroza se adornaba con hiedra de los claustros de San Juan de Duero y musgo de la sierra de Santa Ana.
El 27 de febrero del año 1955 en el Círculo Parroquial de San Pedro tuvo lugar una asamblea en la que se decidió constituir una nueva cofradía penitencial.
Los primeros cofrades de Las Caídas desfilarían con un atuendo distinto del actual: túnica y el capirote de color granate oscuro, capa morada y báculo similar a la lanza que porta el romano del paso titular.
Entre las singularidades del Vía Crucis que celebra Las Caídas desde la concatedral de San Pedro hasta la plaza de Mariano Granados y vuelta hasta la sede de la Hermandad Penitencial se encuentran las tres cruces que emulan el calvario de Jesús que transportan voluntarios.
Promesa o penitencia suelen ser los motivos que llevan a los cofrades a cargar sobre sus hombros estas cruces construidas en madera maciza.
Cada uno de los penitentes, que viste con túnica y capuchón morado, cuenta con la ayuda de un asistente que les ayuda en su camino procesional.
Asimismo, tres mujeres con el rostro tapado por un velo de luto y arrastrando cadenas en los pies acompañan la comitiva sacra, cuyas pláticas de las tres caídas serán oficiadas este año por el párroco José Manuel Arribas.
Con más de 300 cofrades en la actualidad, un número que ha ido creciendo en los últimos años, las primeras mujeres fueron admitidas en la entidad en el año 1986.
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