Visitas a iglesias

VISITAR IGLESIAS YA NO TIENE PRECIO

El Obispado recuerda a los párrocos la voluntariedad del donativo por ver el templo

Tras las quejas de algunos visitantes la Iglesia ha indicado que el cobro es en concepto de donativo y que no es obligatorio aportarlo para acceder a sus edificios.

"Es solo un donativo voluntario para mantener el monumento y pagar el sueldo de los guías", dice José María Ruiz, Delegado de Patrimonio.

"Nadie se va a quedar sin ver todo el conjunto de la Catedral por no pagar el euro", afirma Francisco Sánchez, párroco del Cristo

La voluntad, que al cambio suele rondar el euro. El caso es que esta iniciativa generó cierta polémica durante el verano, cuando se contratan incluso guías turísticos que expliquen las características e historia del monumento a cambio de este donativo -generalmente de un euro- que se entrega como aportación voluntaria, puesto que una entrada propiamente dicha implicaría una obligación tributaria.

Consciente de ello, el Obispado de Santander ha decidido ser consecuente y ha lanzado una consigna clara: que no se exija el pago y que en ningún caso ningún visitante, sea o no católico, se quede sin ver el monumento por no haber pagado.

Otra de las preocupaciones de José María Ruiz, delgado de Patrimonio, también párroco de la iglesia de San Roque (Santander) es dejar claro que "los templos están siempre abiertos al culto", y se esfuerza por explicar que "jamás" se ha planteado siquiera la posibilidad de cobrar por orar o asistir a una misa, independientemente del valor artístico de la iglesia.

Tradicionalmente el Obispado ha contado con una subvención económica del Gobierno de Cantabria para el mantenimiento de sus edificios más significativos y la contratación de guías turísticos.

En la mayor parte de los monumentos los guías se contratan solo en temporada alta, lo que puede traer consigo, según las circunstancias y cada caso en concreto, la suspensión del donativo en invierno.

En cuanto al 'precio', el Obispado ha marcado el euro como referente, si bien la última decisión queda en manos del párroco.

Aser Falagán (El Diario Montañés) 22-11-15

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