BAJAN LAS PETICIONES DE AYUDA A CÁRITAS PERO SE ENQUISTA LA POBREZA EXTREMA
La entidad atendió en 2015 a más de 14.000 personas en Cantabria, un 10% menos que el año anterior
Muchos años llamando a la puerta de Cáritas, cada día más lejos del mercado laboral y, en consecuencia, problemas serios para comer, pagar la luz, calentarse en invierno o redescubrir cómo sabe el pescado y la carne que pudieron degustar antaño.
No son elucubraciones ni planteamientos teóricos. 20.300 personas son las que viven al lado de la cantabria rica -o al menos de la que puede permitirse el lujo de no deber dinero-.
Cáritas ha dado cuenta de cuándo, cuánto y dónde actúa, aunque es cierto que exhaló un aliento positivo a una sociedad de la que dicen que "parece estar saliendo de la crisis", a tenor de unas cifras pálidamente mejores que las de años anteriores.
Si hay menos personas necesitadas pero más gasto, ¿dónde está el problema? Los emigrantes "que tanto problema parecía que causaban a nuestra sociedad, y a quienes se ha culpado de parte de nuestra situación, nos han situado en la cuarta región de España con menos inmigrantes extranjeros".
Cáritas manejó un presupuesto anual -en 2015- de 1.293.000 euros. De dinero privado el año pasado llegaron 251.057 euros (204.688 de la Fundación Faog), Fundación Botín (35.000 euros) y Cáritas Española que envió 11.369 euros.
Nieves Bolado (El Diario Montañés) 27-05-16
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