24 de abril. JUEVES DE LA OCTAVA DE PASCUA.
- Hch 3, 11-26. Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
- Sal 8. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
- Secuencia (opcional). Ofrezcan los cristianos.
- Lc 24, 35-48. Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día.
En la iglesia estacional se guardan las reliquias de San Felipe, Apóstol; por eso se lee la prodigiosa conversión del valido de la reina de Etiopía por la predicación de San Felipe Diácono.
En la misma iglesia solía celebrarse la reconciliación pública de los penitentes. ¡Quién podrá comprender la expresión de aquellas dos palabras: ¡María! ¡Maestro! (Misal de 1960)
Oración:
Oh Dios, que has visto como se reúnen pueblos diversos en la confesión de tu nombre, ayúdanos a descubrir como nos has concedido renacer en la fuente bautismal a una misma fe en el espíritu y a una misma caridad en la vida. Por nuestro amigo Jesús.
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