
______Jornada de Responsabilidad del Tráfico_____
Del Cantábrico al Duero
2 de julio. MIÉRCOLES DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria
1 de julio. MARTES DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria
Solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles. Simón, hijo de Jonás y hermano de Andrés, fue el primero entre los discípulos que confesó a Cristo como Hijo de Dios vivo, y por ello fue llamado Pedro. Pablo, Apóstol de los gentiles, predicó a Cristo crucificado a judíos y griegos. Los dos, con la fuerza de la fe y el amos a Jesucristo, anunciaron el Evangelio en la ciudad de Roma, donde, en tiempo del emperador Nerón (s. I), ambos sufrieron el martirio: Pedro, como narra la tradición, crucificado cabeza abajo y sepultado en el Vaticano, cerca de la vía Triunfal, y Pablo, degollado y enterrado en la vía Ostiense. En este día, su triunfo es celebrado por todo el mundo con honor y veneración (elog. del Martirologio Romano).
Roma, capital del mundo pagano, fue tal día como hoy consagrada con la sangre de los dos más grandes Apóstoles, que la conquistaron para Cristo y la convirtieron en capital del mundo católico. Por orden de Nerón, Pedro muere crucificado en la colina Vaticana; Pablo, decapitado en la Vía Ostiense (+67). ¡Gran día para Roma; gran día para toda la tierra, que de Roma recibe la irradiación de la verdad cristiana! Antiguamente se celebraban hoy en Roma dos Misas: una en el Vaticano, en honor de San Pedro, y otra en la Basílica de San Pablo.
La Iglesia celebra en una misma solemnidad a los santos apóstoles Pedro y Pablo, columnas de la Iglesia y heraldos del Evangelio. "Por caminos diversos, ambos congregaron la única Iglesia de Cristo, y ambos coronados por el martirio, celebra hoy el pueblo con una misma veneración".
- Hch 12, 1-11. Ahora sé realmente que el Señor me ha librado de las manos de Herodes.
- Sal 33. El Señor me libró de todas mis ansias.
- 2 Tim 4, 6-8. 17-18. Me está reservada la corona de la justicia.
- Mt 16, 13-19. Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.
Con san Pedro y san Pablo comenzó la difusión de la fe, y esto nos invita a meditar sobre la misión de la Iglesia en el mundo, una misión divina llevada por hombres humanos. Pedro fue el primero en confesar la fe; Pablo, el maestro insigne que la interpretó. La palaba de Dios no idealiza a estos apóstoles fundamento de la Iglesia, sino que nos presenta toda su humanidad débil y pecadora. A través de la mirada de San Pedro y San Pablo, contemplamos esta Iglesia fundada por Dios sobre la humanidad de los apóstoles que Jesús llamó y eligió. Una Iglesia a la que deberíamos limitarnos a amar más porque es misterio de salvación universal.
Óbolo de San Pedro