sábado, 24 de mayo de 2008

Casas por 3.000 euros.


Santander ha puesto su grano de arena en la India al financiar ocho viviendas (22.100 euros) de las 26 que prevé construir la comunidad de jesuitas en Mandali, al norte del estado de Gujerat. Cuatro familias han podido mudarse ya de sus infrachozas de barro y cañas de bambú, en las que convivían con ratas y alimañas, a sus casitas con agua y electricidad, elemental cuarto de baño y azotea para dormir cuando el calor aprieta. Además, un grupo de ciudadanos anónimos de la capital cántabra aportó 2.000 euros más para construir la novena casa santanderina en el país, dentro de un proyecto concedido a la ONG Adaya que gestionan los misioneros jesuitas residentes en Gujerat, que pronto terminarán las 26 casas que darán cobijo a 136 personas de las castas más bajas.

A contarlo ha venido a Santander el misionero Manuel Díaz Garriz, que lleva más de medio siglo viviendo en Gujerat y que en las dos últimas décadas ha participado en la construcción de 10.000 viviendas, colegios, cooperativas lecheras de búfalas, ha mediado entre etnias y representantes políticos, ha conocido catástrofes, enfrentamientos violentos, fanatismos y el resurgir imparable de un país lleno de contradicciones. Hoy pronunciará una conferencia en el el Centro Municipal de Inmigración y Cooperación, en la calle San José, a las 19.00 horas, con el título 'La India, el despertar de un subcontinente gigante'. Ayer ofreció una charla a alumnos de tercero de ESO del colegio Hijas de la Caridad.

La vivienda hace al hombre

«El hombre hace la vivienda, pero la vivienda también hace al hombre. Los pilares del desarrollo son la educación, el autoempleo y la sanidad. Pero si no tienes tu propia casa, lo demás no sirve de nada», explicó a los jóvenes Manuel Díaz. Con un euro al día de sueldo, impensable reunir 3.000 para comprar una casa. A través de la ONG Adaya, se reunió parte del dinero para emprender un proyecto que posibilita a las familias llevar a sus hijos al colegio, trabajar, asearse...

El misionero estuvo acompañado por el presidente de Adaya, Juan Antonio Pérez Arce, que explicó que esta ONG también recibe el apoyo del Gobierno de Cantabria y de otros ayuntamientos, como Torrelavega, Reinosa o Laredo para emprender diversos proyectos. El objetivo, dijo Pérez, «es lograr que Cantabria destine en el año 2015 el 0,7% del PIB a la cooperación al desarrollo». El presidente de Adaya aseguró que la ONG ha conseguido recaudar en una década unos 600.000 euros para emprender acciones en países del tercer mundo.

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