Cuarenta Horas en Consolación

ESTE MIÉRCOLES, DÍA 21, COMIENZA EN LA IGLESIA DE LA CONSOLACIÓN, LA FIESTA DE “LAS 40 HORAS”, UNA DEVOTA TRADICIÓN QUE SE REMONTA AL S. XIX

.- Desde las 8 de la mañana del miércoles, hasta las ocho de la tarde del jueves, siempre habrá una persona orando ante el Santísimo

.- Esta tradición nació en Roma, en el siglo XIII pero hay constancia de que en la Consolacion se oficia desde el siglo XIX

La Iglesia de Nuestra Señora de Consolación de Santander iniciará este miércoles, a las 8 de la mañana, la antigua tradición denominada, la “Fiesta de Las Cuarenta Horas”. A lo largo de 40 horas seguidas, un grupo de fieles se irán turnando ante la exposición del Santísimo con el fin de adorar a Cristo sacramentado. Las escrituras revelan que, éste, fue también el mismo espacio de tiempo en el que Jesús permaneció en el Sepulcro.

En la parroquia de la Consolación, hay constancia de que esta piadosa costumbre se celebraba, ya, en el siglo XIX. “Este año, las oraciones se elevarán para pedir al Señor por las vocaciones sacerdotales del Seminario Diocesano de Monte Corbán”.

Las Cuarenta Horas, comenzarán con una misa a las 8 de la mañana en la que ya quedará expuesto el Santísimo. Por la tarde, a las siete, se celebrará una oración comunitaria. El jueves, día 22, se rezarán, a las siete y media de la tarde, las vísperas solemnes a la que seguirá una misa, con la que se concluirá esta devota tradición.

En la iglesia de la Consolación de Santander, esta tradición, se remonta a muchos años atrás de antigüedad; pero la “Fiesta de las 40 Horas”, como tal, no es una actividad que naciera en Cantabria. De hecho, esta Adoración Eucarística de las 40 Horas tiene su origen en Roma, en el siglo XIII.

Esta costumbre, marcada desde su inicio por un sentido de expiación por los pecados, recibe en Milán, durante el siglo XVI, un gran impulso a través de san Antonio María Zacarías y después de san Carlos Borromeo. El Papa Clemente VIII fija, en 1592, las normas para su realización y Urbano VIII extiende esta práctica a toda la Iglesia Universal. Desde el siglo XIX, se sabe que esta costumbre se celebra en la parroquia de Nuestra Señora de Consolación de Santander, coincidiendo con la solemnidad del
Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (Corpus Christi, 25 de mayo).