La lluvia impidió el domingo la salida por las calles de la procesión del Corpus Christi. Cuando se estaba celebrando la misa, pasada la una del mediodía, una fuerte lluvia arrastró las alfombras florales que adornaban el recorrido por donde iba a pasar la custodia en la procesión. Vistosas composiciones estaban confeccionadas entre la Catedral y el Ayuntamiento gracias al esfuerzo de más de trescientos voluntarios, destacando entre ellas la instalada en la plaza Mayor, representando el mapa mundi del códice Beato catedralicio. Finalmente, la procesión discurrió por el claustro en lo que puede considerarse un acto sumamente singular ya que, tan sólo en 1681, 1698 y 1724 la lluvia impidió que saliera la procesión por las calles en el día propio, si bien los tres años citados se aplazó dicha procesión saliendo el primer día que el tiempo lo permitió. Tampoco salió la procesión del Corpus por las calles de El Burgo en 1934 y 1936.
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