Nuestra Señora la Virgen de Valvanuz , patrona de Selaya.
15 de agosto. DOMINGO. LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, Solemnidad
La Asunción de María comienza en el "sí" a la palabra del ángel del Señor. La Iglesia se llena de inmensa alegría, porque, al contemplar la gloria de la Madre del Señor, sobre la que brilla la luz de Pascua, celebra el poder de Dios. Lo que en ella ha sucedido es lo que debe suceder en nosotros: donde ella está, estaremos también nosotros.
-Ap 11,19a; 12,1-6a.10ab. Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal.
-Sal 44. De pie a tu derecha está la reina enjoyada con oro de Ofir.
-1 Co 15,20-27. Primero Cristo como primicia, después todos los que son de Cristo.
-Lc 1,39-56. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí; enaltece a los humildes.
María, la mujer adornada con los signos cósmicos, vence la fuerza del mal. Cristo resucitado es la victoria sobre el pecado y la muerte y lleva tras de sí la victoria a cuantos acepten su camino. María será la primera en seguir los pasos de su Hijo. María, la nueva arca de la Alianza, engrandece al Señor y el Señor hace que toda la cristiandad la proclame Bienaventurada.
La Madre de Dios pasó por el trance de la muerte; pero su muerte, causada por el amor y deseo de estar con su divino Hijo, fué semejante a un dulcísimo sueño; poco después su alma volvió a reunirse con su cuerpo virginal, y en cuerpo y alma fué llevada al cielo y allí entronizada como Emperatriz de los cielos y de la tierra. Hoy apareció esta gran señal en el cielo. Aclamada por la Iglesia como nueva Judit que quebrantó la cabeza del caudillo infernal, ella atribuye a Dios todas sus grandezas. Alcáncenos la gracia de uqe, puesto siempre el corazón en las cosas celestiales, merezcamos ser consortes de su gloria.
El día 1 de noviembre de 1950, el Sumo Pontífice Pío XII, definió solemnemente como dogma de fe católica la Asunción de la Madre de Dios en cuerpo y alma a los cielos.
Santoral:
La Asunción de la Virgen María; y Nuestra Señora de los Reyes.
15 de agosto. DOMINGO. LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, Solemnidad
La Asunción de María comienza en el "sí" a la palabra del ángel del Señor. La Iglesia se llena de inmensa alegría, porque, al contemplar la gloria de la Madre del Señor, sobre la que brilla la luz de Pascua, celebra el poder de Dios. Lo que en ella ha sucedido es lo que debe suceder en nosotros: donde ella está, estaremos también nosotros.
-Ap 11,19a; 12,1-6a.10ab. Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal.
-Sal 44. De pie a tu derecha está la reina enjoyada con oro de Ofir.
-1 Co 15,20-27. Primero Cristo como primicia, después todos los que son de Cristo.
-Lc 1,39-56. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí; enaltece a los humildes.
María, la mujer adornada con los signos cósmicos, vence la fuerza del mal. Cristo resucitado es la victoria sobre el pecado y la muerte y lleva tras de sí la victoria a cuantos acepten su camino. María será la primera en seguir los pasos de su Hijo. María, la nueva arca de la Alianza, engrandece al Señor y el Señor hace que toda la cristiandad la proclame Bienaventurada.
La Madre de Dios pasó por el trance de la muerte; pero su muerte, causada por el amor y deseo de estar con su divino Hijo, fué semejante a un dulcísimo sueño; poco después su alma volvió a reunirse con su cuerpo virginal, y en cuerpo y alma fué llevada al cielo y allí entronizada como Emperatriz de los cielos y de la tierra. Hoy apareció esta gran señal en el cielo. Aclamada por la Iglesia como nueva Judit que quebrantó la cabeza del caudillo infernal, ella atribuye a Dios todas sus grandezas. Alcáncenos la gracia de uqe, puesto siempre el corazón en las cosas celestiales, merezcamos ser consortes de su gloria.
El día 1 de noviembre de 1950, el Sumo Pontífice Pío XII, definió solemnemente como dogma de fe católica la Asunción de la Madre de Dios en cuerpo y alma a los cielos.
Santoral:
La Asunción de la Virgen María; y Nuestra Señora de los Reyes.
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