El que siembra vientos, recoge tempestades, el que sale de la mano de un partido político de manifestación, recoge reproches por no acudir a otras, en las que por coherencia, también tendrían que estar.Ni contra la guerra, ni contra la invasión de Gaza, ni contra el matrato y la violencia de género, y casi casi ni contra el hambre en el Mundo. Esta jerarquía le gusta rodearse de los suyos, vamos que más que manifestarse, lo que les gusta es salir de procesión. Tiene una cara más dura que una catedral.
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