
Por este tiempo, estando Domingo en Roma, se le aparecieron una noche en oración los apóstoles San Pedro y San Pablo, y, entregándole un báculo y un libro, le dijeron ambos a la vez: "Ve y predica". Esto lo refirió el mismo Domingo más tarde a alguno de sus hijos, que lo transmitió a la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario