
El tiempo y la desidia, contra las pinturas
J.A.C. (HERALDO DE SORIA)
La escena es única en el arte soriano. Entre esperas, discusiones, proyectos y propósitos de mejora naufraga lo principal, que en este caso es nada menos que la conservación de las pinturas medievales que albergan las ruinas de San Nicolás (y las ruinas mismas). Eso sí, las figuras y los colores están convenientemente tapados detrás del cochambroso tablero que sustituyó hace años a un grueso cristal acribillado a cantazos dentro del abandono general que padece el monumento.
J.A.C. (HERALDO DE SORIA)
La escena es única en el arte soriano. Entre esperas, discusiones, proyectos y propósitos de mejora naufraga lo principal, que en este caso es nada menos que la conservación de las pinturas medievales que albergan las ruinas de San Nicolás (y las ruinas mismas). Eso sí, las figuras y los colores están convenientemente tapados detrás del cochambroso tablero que sustituyó hace años a un grueso cristal acribillado a cantazos dentro del abandono general que padece el monumento.
El periodista de la Cadena Ser Luis Romera y su amigo Carlos Arribas se encargaron hace unos meses de aclarar la duda sobre el vestigio único y cargado de historia que esconde San Nicolás. La buena noticia es que aún queda algo por salvar. La mala, que se está deteriorando y que hay pérdidas en la representación del asesinato de Thomas Becket. El brazo del arzobispo de Canterbury, quien sostiene el cáliz mientras el sicario del rey inglés Enrique II acaba con su vida, se está borrando. Peor suerte corre la parte superior del conjunto, una adoración de los Reyes Magos que por lo que puede apreciarse se ha perdido en parte posiblemente por las humedades. El Ayuntamiento, propietario de las ruinas, está informado del deterioro.
Que el asesinato de Thomas Becket (Santo Tomás Becket, canonizado en 1174) figure en los muros de una iglesia soriana se vincula con la esposa de Alfonso VIII, Leonor de Plantagenet. Hija de Enrique II, posiblemente quiso expiar con el encargo de una capilla el crimen ordenado por su padre para zanjar sangrientamente la disputa sobre las libertades eclesiásticas. La ciudad, recuerda el artículo aparecido en el mes de septiembre en la ‘Revista de Arqueología’, fue entregada en arras a la reina por Alfonso VIII, tan relacionado con Soria. La muerte de Becket ocurrió en 1170.
Las ruinas de San Nicolás están declaradas, nada menos, que Bien de Interés Cultural. A pesar de ello languidecen entre erosiones y humedades, pobladas de vegetaciones y alguna amenaza de desprendimiento. Con la ayuda de la Fundación del Patrimonio Histórico, el Ayuntamiento pretendía ejecutar en el recinto un espacio de uso público, techado, tras restaurar los restos. Pero el proyecto encontró la controversia en la Comisión de Patrimonio. De la idea original de la pasada legislatura sólo persiste la consolidación del ábside y los demás muros. El perímetro de lo que fue la planta se delimitará mediante listones. En noviembre se aseguraba que la intervención estaría concluida coincidiendo con la celebración de la gran exposición de las Edades del Hombre.
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