Al sentarme a redactar estas líneas, me asaltaba la idea de que tal vez más de uno al llegar a estas páginas e informarse del número de seminaristas en nuestra dióceis, haya podido exclamar ¿Solamente doce?
Confieso que ese número 'apostólico' de doce con sus rostros concretos, con los que comaprto la cotidianidad del seminario, me hacen despertar una renovada admiración por la persona de Jesucristo.
Es verdad que el mismo Jesucristo se lamenta de que la "mies es mucha y los obreros pocos" (Mt 9,37), por lo que no dejará de seguir llamando, pero también es verdad que aquellos doce primeros obreros de la Iglesia, un número tan exiguo, fueron capaces de poner en marcha la gran revolución del reino en la historia.
Pues me quedo con esto, con las inmensas posibilidades que encierran las vidas de doce jóvenes obreros del reino, que, consagrados y animados por el espíritu de Dios, serán capaces de marcar el futuro con le anuncio del evangelio.
Ellos saben ya que en ese futuro próximo no tendrán espacio para la mediocridad, conformándose simplemente con gestionar unas parroquias.
Tal vez por este oficio tan singualr, que en verdad merece la pena, con razón hoy ellos son noticia.
Juan José Valero, rector del Seminario (El Diario Montañés) 10-01-10
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