
La Ruta Jacobea en Soria
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La provincia de Soria siempre fue una encrucijada de caminos por donde pasaban los peregrinos que llegaban desde otros lugares, sobre todo de tierras de Aragón, Guadalajara y de Cuenca. Estos caminantes utilizaban senderos que compartían con itinerarios que realizaban comerciantes, carreteros, ganaderos, etcétera.
De hecho, las cuatro rutas que atraviesan la provincia soriana son: el Camino de la Lana, El Camino Carretero, El Camino Soriano y, finalmente, el Camino del Sur. El primero atraviesa de Sur a Norte por los municipios de Retortillo de Soria, Terancueña, Caracena, Carrascosa de Abajo, Fresno de Caracena, Inés, Olmillos, San Esteban de Gormaz, Matanza de Soria, Villálvaro, Zayas de Báscones y Alcubilla de Avellaneda.
El Carretero traza por Soria de Este a Oeste y pasa por Ágreda, Muro, Aldealpozo, Omeñaca, Fuensaúco, Soria , Fuentetoba, Abejar, Cabrejas del Pinar, Navaleno y San Leonardo. Entre el primero y último pueblo, la distancia es de 106 kilómetros.
El Camino Soriano se conoce también como Camino Castellano-Aragonés y en buena parte avanza paralelo al anterior. Transcurre por los pueblos de Ágreda, Ólvega, Muro, Aldealpozo, Omañaca, Soria, Fuentetoba, Villaciervos, Calatañazor, El Burgo de Osma, San Esteban de Gormaz y Langa de Duero.
Esta es la ruta más larga de todas las que pisan terreno provincial con una longitud de 141 kilómetros. Finalmente, queda el Camino del Sur, que constituye la entrada desde Zaragoza y Guadalajara. La ruta entra en Soria por el Sureste y asciende hasta El Burgo de Osma.
Este trazado toca las localidades de Santa María de Huerta, Arcos de Jalón, Somaén, Medinaceli, Almazán, Berlanga de Duero y El Burgo de Osma, con una distancia entre los dos puntos fronterizos de 116 kilómetros. Como es lógico, la capital soriana es el punto más importante de los cuatro caminos.
Era un punto de encuentro y de abrigo donde los peregrinos recuperaban la salud deteriorada por el camino en hospitales como el monasterio de San Juan de Duero.
La provincia de Soria siempre fue una encrucijada de caminos por donde pasaban los peregrinos que llegaban desde otros lugares, sobre todo de tierras de Aragón, Guadalajara y de Cuenca. Estos caminantes utilizaban senderos que compartían con itinerarios que realizaban comerciantes, carreteros, ganaderos, etcétera.
De hecho, las cuatro rutas que atraviesan la provincia soriana son: el Camino de la Lana, El Camino Carretero, El Camino Soriano y, finalmente, el Camino del Sur. El primero atraviesa de Sur a Norte por los municipios de Retortillo de Soria, Terancueña, Caracena, Carrascosa de Abajo, Fresno de Caracena, Inés, Olmillos, San Esteban de Gormaz, Matanza de Soria, Villálvaro, Zayas de Báscones y Alcubilla de Avellaneda.
El Carretero traza por Soria de Este a Oeste y pasa por Ágreda, Muro, Aldealpozo, Omeñaca, Fuensaúco, Soria , Fuentetoba, Abejar, Cabrejas del Pinar, Navaleno y San Leonardo. Entre el primero y último pueblo, la distancia es de 106 kilómetros.
El Camino Soriano se conoce también como Camino Castellano-Aragonés y en buena parte avanza paralelo al anterior. Transcurre por los pueblos de Ágreda, Ólvega, Muro, Aldealpozo, Omañaca, Soria, Fuentetoba, Villaciervos, Calatañazor, El Burgo de Osma, San Esteban de Gormaz y Langa de Duero.
Esta es la ruta más larga de todas las que pisan terreno provincial con una longitud de 141 kilómetros. Finalmente, queda el Camino del Sur, que constituye la entrada desde Zaragoza y Guadalajara. La ruta entra en Soria por el Sureste y asciende hasta El Burgo de Osma.
Este trazado toca las localidades de Santa María de Huerta, Arcos de Jalón, Somaén, Medinaceli, Almazán, Berlanga de Duero y El Burgo de Osma, con una distancia entre los dos puntos fronterizos de 116 kilómetros. Como es lógico, la capital soriana es el punto más importante de los cuatro caminos.
Era un punto de encuentro y de abrigo donde los peregrinos recuperaban la salud deteriorada por el camino en hospitales como el monasterio de San Juan de Duero.
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