miércoles, 9 de junio de 2010

Beato Bertrán de Garriga (V)


Embarcado en esta colosal obra de predicación y apostolado permaneció el santo obispo de Osma hasta mediado el año 1207. Pero, comprendiendo que la ausencia de su diócesis se había prolongado demasiado y temeroso de ser juzgado negligente de su gobierno, decició regresar a España, dejando al frente de aquella empresa de evangelización a su querido subprior e inseparable compañero, Domingo de Guzmán. Los propósitos del obispo eran visitar la diócesis y volver para dedicarse plenamente a esta gran obra, soñando "ordenar en aquella región, con asentimiento del papa, lagunos varones idóneos que se dedicasen a confutar errores y a estar prontos para defender la verdad de la fe". Pero la muerte puso fin a todos sus planes. La Providencia había reservado la realización de aquellos ambiciosos proyectos a Domingo de Guzman y sus frailes los hermanos predicadores...

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