EL OBISPO RECLAMA UNIDAD A LOS POLÍTICOS "PARA SALIR DE LA CRISIS ECONÓMICA Y MORAL".
El prelado pidió a los miembros del Gobierno y corporación municipal presentes en la ermita de la Virgen del Mar que dejen de lamentarse y busquen una salida.
La fiesta de la Virgen del Mar, patrona de Santander, se convirtió ayer en un canto contra la crisis. En el día de la patrona de los santanderinos el obispo Jiménez también apeló a la esperanza. Y no olvidó a los más necesitados pues también pidio a los políticos, de los que dijo "tienen la noble y difícil tarea de edificar un mundo mejor" que "tengan la mirada puesta en los pobres, en los que se han quedado sin trabajo, en los que no encuentran empleo y en las familias que sufren las consecuencias de este momento grave".
Antes que el obispo, en los minutos previos al tradicional traslado de la talla de la Virgen del Mar, desde la iglesia de San Román de la Llanilla hasta la ermita que lleva su nombre, De la Serna también se refirió a las dificultades económicas que atraviesan muchas familias. El alcalde participó de una forma muy activa en la celebración.
El ambiente era proclive para pasarlo bien. Los más pequeños disfrutaban con actuaciones. Y la organización, encantada con la respuesta del público. El cocido de Vicente Quintana, fue para más de 3.500 personas.
Rosa M. Ruiz (El Diario Montañés) 25-05-10
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