Crónica de la peregrinación diocesana a Roma
Tomás Oliva Crespo, Delegado episcopal de peregrinaciones (14-10-2012)
A nuestro Obispo, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, le debemos y agradecemos esta peregrinación; él nos animó encarecidamente a peregrinar a Roma para asistir a la declaración como Doctor de la Iglesia de San Juan de Ávila.
Los días que permanecimos en Roma fueron del 4 al 8 de octubre.
La peregrinación comenzó por la visita y oración en la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén que guarda las reliquias del Calvario llevadas a Roma por Santa Elena.
Al día siguiente tuvimos la gracia de celebrar la Eucaristía en la Basílica de San Pedro presidida por nuestro Obispo, coincidiendo además con la celebración de la Memoria litúrgica de nuestro beato Juan de Palafox y Mendoza; nuestro pastor nos animó en el camino de la fe y en la seriedad de nuestro compromiso cristiano.
Y llegó el día central, el domingo día 7. Madrugón para llegar a tiempo a la Plaza de San Pedro y poder tener un lugar adecuado para la celebración. Y, gracias a Dios, lo tuvimos; es cierto que un poco distantes del altar preparado en la Plaza pero esto no fue óbice para vivir la celebración de la Eucaristía; el ambiente era de celebración solemne y seria, profunda y agradecida. El Santo Padre nos regaló su magisterio y su cercanía pues tuvimos la suerte de "casi" poder tocarlo cuando en el papamóvil pasó por delante de la valla en la que nos encontrábamos.
Ya no nos quedó nada más que un par de horas al día siguiente para visitar los Museos Vaticanos; con el ánimo agradecido y la belleza de los Museos regresamos a nuestra casa sin ningún percance. Desde aquí agradezco a nuestro Obispo su presencia y el habernos animado a peregrinar; a D. Manuel Peñalba, su colaboración; y a todos los peregrinos, su comprensión y responsabilidad.
www.osma-soria.org
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