El obispo Juan Díaz o Juan Domínguez, que de ambas formas le apellidan los historiadores, aunque parece que el apellido fue el primero. Natural de Soria, sucedió a Pedro Ramírez y fue uno de los memorables prelados que ha tenido esta iglesia (Osma). Antes había sido abad de Santander y Valladolid. Al posesionarse de Osma, viendo que la Catedral era pequeña y corta, fura de ser los edificios pobres, comenzó a derribarla y darle la belleza y hermosa planta que hoy tiene, que es de las mejores de Castilla.
Fernando III le nombró su canciller y el año 1236, cuando se conquistó Córdoba, ofició en la consagración de la mezquita de aquella ciudad como catedral. El soberano, el 20 de agosto de ese año, otorgó una carta librando al obispo y cabildo de ciertos gravámenes.
Fue promovido a Burgos, en 1240, con retención del oficio de canciller, habiendo gobernado la sede de Osma nueve años. En 1235 había celebrado con su Cabildo la canonización de Santo Domingo de Guzmán, canónigo que había sido de la catedral de Osma.
José Vicente de Frias Balsa. Arevacos nº. 48.
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