lunes, 11 de julio de 2016

Sede Vacante


Con la sede vacante de Osma-Soria llega a su momento estelar el nuevo administrador diocesano, que ya ejercía de vicario en la diócesis. Leo su biografía y no puedo más que felicitarle por su cursus honorum; es de los que han hecho de su vocación carrera. Con paso incluido por Roma, y por la Gregoriana, la fábrica de la mayoría de los obispos españoles, hasta ahora ¿hasta ahora?.

Sin quitarle ningún mérito, y desde la mayor de las humildades, le pediría que como dijo Felipe II a Santa Teresa, se sosegase. Ser administrador diocesano ocupa muy poco en los libros de historia, una linea en la ya larga del obispado de Osma. Un poco más de humildad, de servicio, sobra ese aire de mando en plaza; a no ser que sepa algo más de lo que la mayoría de los mortales sabemos. Se lo preguntaremos a don Vicente, que parece que tiene mucha mano en los últimos nombramientos episcopales.

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