lunes, 3 de noviembre de 2008

La socarreña


Iglesia de San Pedro, Ávila.

Unos de los principales problemas, que a mi pobre entender, tiene la Iglesia hoy, es que ha vaciado de contenido a los símbolos y no han sido reemplazados por otros de más fácil interpretación y asunción por, los cada día menos, fieles. Por ejemplo un sínodo no es más que la reunión de amiguetes del mismo gremio, en el cual, como si de una gala floral se tratara, prima el lucimiento personal y el peloteo no disimulado al jefe, jefe, sin mayúsculas, el que pone y quita, asciende y degrada.

El 31 de octubre se celebra el día de la Reforma, impulsada por Lutero, de la que han nacido multitud de Iglesias Cristianas. Uno de los puntos que defendió Lutero fue el poder leer la Biblia, cada uno en su casa y por lo tanto poder interpretarla a la luz de la fe con la humildad de los Hijos de Dios. La otra, la Católica, casi 500 años después, ha decidido permitir leer a las mujeres la Biblia en las celebraciones. La barca de Pedro lleva un ancla demasiado pesada, y este símbolo si que está lleno de contenido.

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