EL DOBLE DE FAMILIAS DEBEN ACUDIR AL ECONOMATO PARA AFRONTAR LA CRISIS.
Los usuarios de la Cocina Económica aumentan un 50% en los últimos meses, así como los solicitantes de las bolsas de empleo.
La crisis económica tiene un carácter transversal, es decir, afecta a todo y a todos de forma más o menos directa. La situación más precaria la viven los inmigrantes sin papeles.
El economato ha sido el servicio en el que más se ha dejado notar la crisis económica, aunque no el único, comenta sor María Dolores Jiménez, porque el comedor también ha visto crecer mucho su demanda: de los 90 o 100 usuarios habituales, hasta las 130 0 140 personas que acuden a almorzar a este comedor social, regentado por las Hijas de la Caridad. También se ha incrementado considerablemente la cifra de personas que acuden a la bolsa de empleo de esta institución.
En el caso del Hogar del transeunte, el albergue municipal de Santander, atendido también por las Hijas de la caridad, el paso de uno de los peores inviernos de los últimos años sumado a la crisis también ha influido en el volumen de usuarios. Además de alojamiento, se les proporciona cena y desayuno. El invierno aumenta la demanda en el albergue por las bajas temperaturas, pero también oporque hay menos trabajo.
Los 'sin techo' cuentan también con otro recurso al que acudir para pasar la noche, dependiente de Cáritas Diocesana: Calor y Descanso 'Emaús'. Aquí no se pone un límite temporal de estancia.
"La gente se vuelve más solidaria en estos tiempo. Hay una sensibilidad enorme y creciente hacia la situación de estas personas", asegura la directora de la Cocina Económica, subrayando que precisamente en esta coyuntura financira desfavorable es cuando más se nota la implicación de voluntarios y personas que colaboran económicamente con las instituciones sociales. Así, parece que cuando peor momento pasan los bolsillos del ciudadano de a pie, mejor responde éste a las iniciativas solidarias.
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