miércoles, 1 de diciembre de 2010

Fr. David María Alarcón Losa del Sagrado Corazón


Profesión solemne en los PP. Carmelitas de la ciudad de Soria

http://www.osma-soria.org/ (13-11-2010)
En la mañana del sábado 13 de noviembre, en la celebración que tuvo lugar en la iglesia el Convento de los PP. Carmelitas, de la ciudad de Soria, el joven Fr. David María Alarcón Losa del Sagrado Corazón (nacido hace veintiocho años en Socuéllamos, en La Mancha) emitió su profesión solemne según las Constituciones de la Orden de los Hermanos Descalzos de la bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo (Padres Carmelitas) fundada por Santa Teresa de Jesús.

En la profesión solemne se emiten tres votos con propósito firme de ser cumplidos y vividos durante toda la vida: voto de pobreza, voto de castidad y voto de obediencia entregándose "de todo corazón a esta familia fundada por Santa Teresa, para, con la ayuda del Espíritu Santo y el auxilio de la Madre de Dios, conseguir la perfecta caridad al servicio de la Madre Iglesia", según el mismo joven ha afirmado.

La Santa Misa, que dio comienzo a las doce de la mañana, estuvo presidida por el Provincial de los PP. Carmelitas, fray Pedro Tomás Navajas. Después de la proclamación del Evangelio, momento en el que comenzó el Rito de la profesión solemne, el profesando fue presentado al Provincial quien le preguntó por su intención.

Tras la homilía del Provincial, tuvo lugar el interrogatorio a David sobre su propósito de "consagrarse a Dios más estrechamente por la Profesión solemne" así como sobre su voluntad "de abrazar y guardar hasta la muerte la misma vida de castidad perfecta, obediencia y pobreza (...) observando la Regla de los Hermanos de la bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo".

Uno de los momentos más emotivos, antes de la consagración del neo-profeso, tuvo lugar cuando fueron cantadas por toda la asamblea las letanías de los santos. El rito de la profesión, tras el que la Eucaristía continuo como de costumbre, terminó con la ratificación pública, en boca del Provincial, de que David había sido incorporado definitivamente a la Orden.

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