La Diócesis de Santander celebró el Día del enfermo animando a las personas enfermas a que pidan el Sacramento de la unción de enfermos.
Vicente Jiménez destacó que la Iglesia "como buena madre, acoge a todos sus hijos, especialmente a aquellos que están más débiles, como son los enfermos, muchas veces necesitados de todo tipo de cuidados".
Acompañar espiritualmente al enfermo -agregó el obispo-, "es estar a su lado y caminar con él; es dirigirle una palabra de consuelo y de esperanza y ofrecerle el testimonio de la caridad fraterna".

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