lunes, 22 de abril de 2013

Joaquín González Echegaray (I)


LA IDENTIDAD CÁNTABRA PIERDE A SU MAESTRO

Muere a los 82 años Joaquín González Echegaray, referente de la investigación y estudio del patrimonio

El arqueólogo, historiador, biblista, filólogo y etnógrafo santanderino deja un legado ingente, tras una trayectoria con profusas excavaciones y más de cuarenta libros

Hay pérdidas que van más allá de una obra concreta, de una cronología y un hito. Humanista, sacerdote, estudioso o riguroso investigador, son muchas las etiquetas que definen una labor ingente, abordada prácticamente durante seis décadas, que se extiende hasta sus últimos días.

Su magisterio reflejado de modo notorio en los estudios de Prehistoria e Historia Antigua, se completa con su perfil humano, casi renacentista en el que confluyen saber, educación y dedicación.

González Echegaray, que se ordenó sacerdote tras estudias en Cóbreces y Corbán, y en la Universidad Gregoriana de Roma, se doctoró por diferentes universidades e institutos de prestigio en historia, especializándose como arqueólogo.

Como se ha destacado con frecuencia, la construcción de su figura no puede verse de modo aislada, sino vinculada a un ambiente familiar y generacional.

Las menciones a la labor de Joaquín, su actividad profusa en territorios de gestión, estudio e investigación son interminables.

Las excavaciones arqueológicas copan buena parte de su quehacer más significativo, desde Julióbriga al Pendom Juyo, Otero, La Chora, Morín, Altamira, Mogaret-ed-Dalal (Jordania), la terraza de El-Khiam (Palestina), en el poblado neolítico de Rosmeer (Bélgica), en Monte Cildá, en el Castellar (Palencia), en Santo Toribio de Liébana, las catedrales de Ávila y Santander, o la Clerecía de Salamanca, entre otras.

Las metodologías modernas en las excavaciones del Paleoítico Superior en españa fueron introducidas por Echegaray, descubridor del enterramiento auriñaciense de Cueva Morin en 1968, del santuario magdaleniense de la cueva del Juyo y de restos de Portus Victoriae Juliobrigensium bajo la Catedral de Santander.

El mismo mes de marzo, con motivo de la entrega del doctorado honoris causa, se registró su última aparición pública. El expresidente del Centro de Estudios Montañeses seguía trabajando pese a su enfermedad.

De su iniciativa nació una serie de distintas monografías científicas sobre temas paleolíticos que constituyen una de las aportaciones más sustantivas a la Prehistoria española en los últimos tiempos.

En Altamira, entre 1980 y 1981, realizó una serie de excavaciones en la cueva con el fin de "interpretar las huellas de las distintas ocupaciones desde un punto de vista humano".

Los cántabros, una obra pionera. Un estudio riguroso de las fuentes, una referencia
Entre la amplia obra bibliográfica de Joaquín González Echegaray, el libro Los Cántabros ha pasado a la historia por su carácter pionero y por haberse convertido en una obra de referencia con varias reediciones puestas al día.

Guillermo Balbona (El Diario Montañés) 23-03-13

www.eldiariomontanes.es

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