Barómetro del CIS

EL 21,8% DE LOS CÁNTABROS NO ES CREYENTE

Las respuestas al último baremo autonómico del CIS dan un perfil religioso que se aleja del catolicismo

La distancia de los ciudadanos de las religiones va alargándose en una sociedad qu se declara mayoritariamente católica pero poco practicante

8,3% dice que es atea. La media nacional es del 7,2%

13,5% se declara no creyente mientras que el 2% sigue otras religiones

74,3% profesan la religión católica aunque el 47,2 de ellos no pisa una iglesia

En un lejano recuerdo quedan para algunos las granes manifestaciones religiosas que llenaban las calles de feligreses en procesión o quienes abarrotaban los templos con las enérgicas soflamas de los reputados predicadores en los años culminantes del nacional catolicismo.

Así lo revela el último baremo autonómico del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), organismo dependiente del Ministerio de Presidencia, que ha dado a conocer su informe anual, en el que se incluye un apartado para conocer la realidad española en materia religiosa.

Los españoles que se declaran ateos son más numerosos en la mitad Norte de España, situándose entre el 15,2% de Cataluña (el más alto) y el 7,5 de Galicia (el más bajo).

Para el vicario general de la Diócesis de Santander, el agustino Manuel Herrero, eso se entiende por el acendrado arraigo que las manifestaciones religiosas tiene de Madrid para abajo, mientras que " en el Norte somos más fríos y desde luego no vivimos con el fervor y la entrega las celebraciones populares".

La progresión es la siguiente: a más edad, más creyentes; a menos edad, más ateos, según consideración de la Conferencia Episcopal Española.

Posiblemente sin distinguir muy claramente la frontera entre ateos y no creyentes, que un teólogo de altura, como el jesuita santanderino, José Luis Ruiz-Capillas, prefiere unir ambos en "irreligiosidad", globalmente, se cifra en el 21,8% de los cántabros, aquellos que dicen no querer saber nada de la religión ( un 13,5% que se declara no creyente y un 8,3, más radicalmente, ateo).

El grueso de los cántabros que se declara católico significa el 74,3% de las personas interrogadas por el CIS lo que no implica que están comprometidos con la práctica efectiva que conlleva el compromiso religioso.

Al teólogo cántabro no le sorprenden estos datos: "Tenemos una sociedad de pensamiento débil. Los dogmas se quedaron en otra época. El ateísmo beligerante está pasado de moda".

"El problema lo tenemos en la vieja Europa porque creemos que el mundo es como nosotros lo vivimos pero no sólo desde el punto de vista eclesial sino también económico y social".

Sobre como superar esta crisis -al menos en lo que a los católicos se refiere- José Luis Capillas opina que "sin espiritualidad no vamos a conseguirlo, y no hablo de llenar las iglesias, que ojalá, sino de la prevalencia de los valores inmateriales en la persona".

En el planeta hay 6.698 millones de habitantes de los que 1.165 millones son católicos.

Según informaciones del Ministerio de Economía y Hacienda, referidos a la última declaración cerrada (2011), paradójicamente, la Iglesia católica, a pesar de perder 'clientes' aumentó su recaudación vía IRPF, en un 8,7% más que en 2010 (cuando recibió tres millones y medo menos).

Para Manuel Herrero, vicario general de la diócesis "Hay que evangelizar, no con imposiciones". No tiene diagnóstico preciso para justificar estos datos pues "es un hecho complejo", pero apunta algunas cuestiones: "Influjo de la secularización, endiosamiento de la ciencia y de la tecnología, culto a nuevos ídolos, entre ellos el dinero, que creemos que es lo que da sentido a la vida humana".

Dice que ante esta situación la Iglesia contempla la vida "con inquietud pero con paz, tranquilidad y con una llamada al compromiso.

Piensa que os datos que aportan lo ciudadanos, respecto a sus creencias, "se pueden convertir en una oportunidad".

Nieves Bolado (El Diario Montañés) 16-06-13

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