jueves, 11 de julio de 2013

Isabel II


CRÓNICAS MONTAÑESAS

UNA REINA EN LAS CALDAS

Isabel II regresó una vez más a Cantabria en el verano de 1886, hospedándose en el Palacio de Ontaneda, que aún hoy conserva las 'cuartos reales'. Y durante ese estiaje se produjo su visita a Las Caldas de Besaya, hecha con objeto de celebrar al lado de los dominicos la fiesta de Santo Domingo de Guzmán, entonces en el 4 de agosto.

Muchas personas concurrienro también procedentes de Santander y pueblos comarcanos, a pesar de la lluvia que deslució el día.

Fue interpretada una de Eslava en mi bemol, que dirigió Adolfo Vicente Wünsch y ejecutaron los distintos maestros residentes en Santander Vicente y José Segura Ricci, Maximino Enguita Martínez, Antonio Lera Mugarza, Nicolás Pintado Barañano y Pedro Requivila Salas; con ellos, algunos de los profesores procedentes de Madrid que tocaban ese verano en el sexteto del Casino del Sardinero, sres. Agudo, Gálvez y Larrocha.

Tras la misa, los ilustres invitados departieron con la comunidad religiosa, constituida por 15 frailes, 2 coristas diáconos y 6 legos bajo la autoridad del P. Robustiano Álvarez, prior.

A las 4 de la tarde se celebró el bautizo del alemán Carlos Hermens, operario de las Forjas de Buelna; ofició el obispo de Zamora y apadrinaron al catecúmeno la Reina y el conde de Mansilla.

Francisco Gutiérrez Díaz / Centro de Estudios Montañeses (El Diario Montañés) 8-06-13

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