Patrimonio de la Iglesia

MIL DOSCIENTOS TEMPLOS FORMAN EL GRUESO DEL PATRIMONIO DE LA IGLESIA EN CANTABRIA

Las propiedades del Obispado están ocupadas con actividades religiosas y el 98% de ellas ya tiene valor catastral y se inscriben en el Registro

La Catedral de Santander es el edificio más visitado de la ciudad. No se cobra por entrar a ningún templo, excepto a la Colegiata de Santillana del Mar

"¿Cuánto vale la Catedral de Santander?, ¿y la iglesia de Santa María de Lebeña?, u además ¿habría alguién interesado en comprarlas?". Estas preguntas las convierte en respuesta Manuel Herrero, vicario general de la Diócesis de Santander, cuando se le pregunta por el valor económico dela parte material de la Iglesia cántabra.

Esta labor ha llevado a mantener conflictos y pleitos especialmente con entidades municipales, sobre todo discutiendo la propiedad de inmuebles rurales -incluidas disputas por templos-.

Mantener la estructura física del Obispado -sus propiedades- cuesta anualmente 5,4 millones de euros.

Actualmente la Diócesis tiene en propiedad 1.200 iglesias y ermitas, "desde pequeños templos sin valor histórico a edificios obras de arte" en los 102 municipios de Cantabria.

También tuvo que desacralizar la capilla de San Pablo, en la calle Monte de Santander, y devolver los 587 metros cuadrados de superficie sobre los que se levanta, ya que quedó demostrado que no eran propiedad del Obispado, aunque se lo regalasen de palabra las monjas.

También es dueña de 500 cementerios en Cantabria, generalmente los más cercanos a los templos, ya que el resto son de propiedad municipal.

El Obispado tiene registradas como propias 450 casas rectorales repartidas por toda la región, si bien todas no están ocupadas por los párrocos; las que no tienen uso como vivienda se destinan a fines sociales o pastorales.

Es dueño de siete conventos: Regina Coeli y Sal Ildefonso en Santillana, comprados a las madres dominicas; en Suances, comprado a las madres trinitarias; Santo Toribio de Liébana; la Bien Aparecida; La Canal y Soto Iruz.

Aunque las otrora frecuentes herencias de 'las beatas' ya escasean, la Diócesis de Santander recibió un fuerte espaldarazo económico y patrimonial en 2000 cuando la santanderina María García de Noriega testó a favor de la Iglesia cántabra.

La Diócesis no tiene apenas edificios en desuso, "y si se mantiene vacíos, terminan viniéndose abajo".

El edificio conventual Regina Coeli permanece cerrado y el vicario, Manuel Herrero, asegura que "no hemos tenido una propuesta sobre la mesa para convertirlo en centro hotelero, excepto en el año 2008, que se frustró por culpa de la crisis".

Exceptuando los siete conventos propiedad de la Diócesis, el resto pertenecen a las órdenes religiosas que los ocupan.

El Papa Francisco dijo en septiembre que quería ver los conventos vacíos convertidos en casas de acogida.

Nieves Bolado (El Diario Montañés) 13-10-13

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