Los belenes más elaborados de Cantabria reciben cada año a miles de visitantes
Una marabunta de colegiales irrumpe alborotada en el belén del convento de los Padres Carmelitas Descalzos de Reinosa.
El ejemplo campurriano es uno de los destacados entre la ingente oferta de representaciones de calidad reconocida que se pueden visitar en Cantabria.
El falso cielo nocturno resplandece y el trueno asusta a algún que otro colegial; la historia del nacimiento de Jesús continúa a través de los altavoces.
La originalidad es, seguro, el rasgo diferenciador del planteamiento que este año ocupa un espacio de treinta metros cuadrados en la Oficina de Turismo de Laredo.
Mucho más tradicional, y ligado a la cultura local y montañesa, es el ejemplo de Colindres, que rebasa los límites del belenismo para alcanzar el concepto de arte.
Algo similar ocurre en Cueto, donde el recorrido ha innovado este año para implicar al espectador en el mismo espacio del nacimiento. "Cuando comenzamos a poner este belén hacíamos nosotros las figuras. Y ya entonces eran móviles, de hecho, partíamos los brazos de las figuras y los dábamos movimiento con motores de limpiaparabrisas de coche", evoca Santiago Bravo de aquellos comienzos, hace ya más de 14 años.
Aunque si el valor se centra en la grandiosidad del nacimiento, sin duda los 70 metros cuadrados de la propuesta torrelaveguense ubicada en la calle Goya, junto al nuevo edificio del ayuntamiento, se llevan el premio al tamaño y dimensiones.
José Carlos Rojo (El Diario Montañés) 21-12-14
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