LA FE COMO RECLAMO
Miles de personas abarrotaron Castro Urdiales para ver la Pasión Viviente
Miles de personas abarrotaron el pasado Viernes Santo las principales calles de Castro Urdiales para asistir a la representación de la Pasión Viviente de Jesucristo, fiesta de Interés Turístico Nacional a la que 700 vecinos de la localidad y el excelente tiempo reinante volvieron a llevar al éxito.
Durante algo más de cinco horas -las que van de las diez de la mañana a las tres de la tarde- la localidad se transformó en un inmenso escenario en el que los vecinos y visitantes se deleitaron con un espectáculo otra vez extraordinario, fantástico, que empezó en el marco incomparable de la iglesia de Santa María con la escenificación de la Última Cena y finalizó en la zona de La Atalaya con el momento cumbre del acto, la Crucifixión de Cristo.
"Ha sido un experiencia única", aseguró emocionado Rubén Calvo (Jesús) poco después de finalizar una actuación que, según afirmó, "no olvidaré nunca". A su madre, María José Macía (María), sí le provocó nerviosismo.
La representación de la Pasión Viviente no provocó más incidencias que las normales en un evento así, según los servicios de emergencias que se desplegaron en la localidad, que atendieron a 16 personas (siete Cruz Roja y nueve DYA) de los que siete fueron dados de alta tras ser asistidos en las ambulancias dispuestas a lo largo de la representación y otros dos fueron trasladados al centro de salud Cotolino II y el Hospital de Laredo.
Abel Verano (El Diario Montañés) 05-04-15
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