La iglesia de Castro vuelve a amanecer llena de pintadas
El párroco Sergio Llata denuncia este nuevo
«atentado contra el patrimonio castreño»
y reclama más presencia policial por las noches
y los fines de semana
La iglesia de Santa María de la Asunción de Castro Urdiales, declarada Bien de Interés Cultural en el año 1931, volvió a amanecer ayer llena de pintadas en el que ha sido considerado como un nuevo atentado contra el patrimonio municipal, otro más, pues es la tercera vez que el templo se convierte en objetivo de los vándalos en tan solo un año y medio.
Puesto al corriente de esta acción, el párroco castreño, Sergio Llata, no pudo disimular su «malestar» e «indignación» ante lo que calificó como un «atentado contra el patrimonio» y una «incitación al odio», que, según recordó, está tipificada como un delito en el Código Penal.
El sacerdote, que tiene claro que estas pintadas «no son obra de gente de fuera, sino de algún vecino» pues, como en anteriores ocasiones, «se han realizado entre semana y al amparo de la noche», pidió ayer a las fuerzas de seguridad de la ciudad que encuentren a los culpables y haga que recaiga sobre ellos todo el peso de la ley.
En este sentido, Llata solicitó «más presencia policial» por las noches y durante los fines de semana.
Según relató ayer el sacerdote, aparte de esta serie de pintadas, en los últimos cinco meses también han aparecido hasta cuatro cristales rotos de los bajos de la parroquia.
Abel Verano (El Diario Montañés) 28-05-15
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