martes, 2 de febrero de 2016
Nochebuena
EL OBISPO ELIGIÓ "SER LA FAMILIA" DE 160 ANCIANOS EN NOCHEBUENA
Manuel Sánchez Monge cenó en la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Santander
"Hemos de aprender de su sabiduría y de su testimonio, una riqueza que no se debe perder"
En el menú de los mayores no faltó una copita de cava
Que el mundo es un pañuelo debió pensarlo Manuel Sánchez Monge, obispo de Santander, cuando en la cena de Nochebuena se sentó en la mesa junto a los 160 ancianos que viven en la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Santander. Y es que el prelado cántabro se encontró en el comedor con un residente que procede de su pueblo, Paredes de Nava (Palencia), y que ha terminado en tierras cántabras para pasar la última etapa de su vida.
El obispo tiene una hermana gemela, y con ella pasó unos días en Castilla, pero quiso que la cena familiar más importante del año fuese con las personas mayores.
El obispo cántabro, que pasa las navidades por primera vez en esta diócesis, les dijo que si Jesús naciera de nuevo "lo haría otra vez entre personas sencillas, lejos del boato y de los excesos" de las celebraciones de estos días.
Esta residencia santanderina, ubicada en la calle Cardenal herrera Oria, está habitada por 160 personas mayores ayudados por 14 religiosas de esta congregación.
La mayoría de estos ancianos, reciben la visita de sus familiares durante estos días, siendo menos los que son llevados a los domicilios de esos parientes en la Navidad.
Nieves Bolado (El Diario Montañés) 26-12-15
www.eldiariomontanes.es
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