-Is 55, 1-3. Venid y comed.
-Sal 144. Abres tú la mano, Señor, y nos sacias de favores.
-Rom 8, 35. 37-39. Ninguna criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo.
-Mt 14, 13-21. Comieron todos y se saciaron.
El alimento que sacia de verdad. El evangelista San Mateo inicia una nueva sección centrada en la Iglesia como realización concreta de las promesas del Reino de los cielos. El profeta promete de parte de Dios bebida y comida que saciarán de veras a l@s hambrient@s. Dios pone a disposición de los hombres y las mujeres los bienes materiales y espirituales. Jesús, compadecido de la multitud, multiplica los panes y los peces y sacia el hambre de una multitud. Ningún poder podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo.
Santoral
Nuestra Señora de los Ángeles; San Pedro de Osma; y San Pedro Julián Eymard, presbítero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario