
Empezamos junio y todo indica que la crisis económica existe, lo que nadie sabe es cuanto tiempo tardaremos en salir o al menos cuanto nos queda para tocar fondo. Mientras, en Roma, la FAO habla de otra crisis, la que provoca el no tener que comer, ni que desayunar, ni que cenar... El Papa retoma el chiste y coje a los pobres de los mofletes y les riñe dicendo: hay que comer; España y Francia son las únicas que ofrecen dinero, que sabemos que suele remediar todas las cosas menos la última.
La pobreza se ha convertido en una montaña tan grande que es difícil esconderla, existe aquí y en todas las partes, menos en cuatro ciudades-estado europeas, de cuyo nombre prefiero no acordarme. Es un problema de todos/as, pero a mi me queda el regusto amargo de pensar que algún/a cristiano/a se haga aún más rico/a especulando con el precio de trigo y de la vid, y después se vaya tan contento a comerlo y beberlo gratis los domingos.
1 comentario:
Muy bueno el titulo pero se dice espumadera.
Publicar un comentario