
Nació en Ávila (año 1515) y murió en Alba de Tormes (año 1582). Dotó el Señor a esta mujer extraordinaria de maravillosas prendas naturales de ingenio, juicio y grandeza de corazón, más que varonil. Sobre esto, la gracia la colmó de sus mejores carismas: oración, humildad, celo de las almas, unión altísima con Dios; de donde resultó la grandeza incomparable de la Santa castellana: aquella santidad tan sobrenatural y a la vez tan humana, aquel magisterio en los caminos de la mística y aquella fecundidad como reformadora de la Orden Carmelitana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario