Bien Aparecida

EL OBISPO LLAMA A LA "UNIDAD" CONTRA EL PARO Y LA POBREZA

Vicente Jiménez pide a la Bien Aparecida más vocaciones para la Iglesia y especial atención para las familias y los jóvenes

Los servicios de emergencia atendieron "entre diez y veinte" lipotimias

Los grupos de folclore amenizaron el cierre de los actos oficiales con bailes y canciones montañesas

La imagen de la Virgen Bien Aparecida rodeó el patio del Santuario en la tradicional procesión que precede a la misa.

En la Bien Aparecida conviven un día al año el fervor religioso, la exaltación regional y el negocio turístico.

La Iglesia muestra su cara más social cuando habla desde la colina de Somahoz, donde unos pastores encontraron en 1605 una pequeña imagen de la Virgen en una de las ventanas de la Ermita de San Marcos.

La tercera petición del obispo se refería a la "dimensión social de la fe, la caridad y la justicia". El obispo dejó para el último lugar la petición que hizo para sí misma la Iglesia: más vocaciones. Monseñor Jiménez finalizó su homilía con una frase de unidad que ha utilizado otras veces, pero que resume el mensaje que lanzó a los fieles que le escuchaban: "Busquemos lo que nos une y no lo que nos separa".

Uno de los momentos más significativos del día es la procesión de la pequeña imagen de la Virgen Bien Aparecida -poco más de 21 centímetros- por el patio del santuario.

El sol fue unos de los principales protagonista de la jornada. El calor se dejó ver en más de un paraguas convertidos en sombrillas y de los periódicos haciendo la veces de sombrero.

Tras la misa le legó el turno al folclore, a los trajes regionales y a las canciones montañesas. Finalizados los actos oficiales en el patio del Santuario, la fiesta continuó durante todo el día en torno a la parte más turística.

Álvaro San Miguel (El Diario Montañés) 16-09-14

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