La socarreña

Real Monasterio de Santo Tomás, Ávila

Estamos en el verrano de la crisis o en la crisis del verano, que para el caso lo mismo nos da. Lo bueno del verano es que todo aparece más sosegado, hasta una reunión Rouco-Zapatero es posible y no creo ni la más mínima polémica. Hablando se entiende la gente y hace posible llegar a que se pueda empezar a colaborar. Ni Rouco puede organizar el viaje del Papa a España, ni Zapatero puede hacer ese feo.

¿Tendremos paz hasta la visita de Benedicto? seguro que no, pero es posible que nadie deslegitime al gobernante que le recibirá junto al Jefe del Estado cuando llegue a suelo patrio. Es más que deseable que esta paz de la Moncloa nos traiga más sosiego y paz. Mejor no desenterrar a Torquemada, no sus huesos que sabe Dios en donde no descansan, ni sus formas ni su fondo. Que el diálogo apague el fuego de las hogueras.