Los responsables de la catedral de El Burgo de Osma llevan meses trabajando para hacer de la sala capitular catedralicia un espacio temático en torno a San Pedro de Osma. Los burgenses y visitantes están acostumbrados a disfrutar en ese lugar del sepulcro de santo restaurador de la Diócesis y fundador de El Burgo de Osma, pero, desde hace tiempo, la estancia se completa con otras obras que hacen referencia al santo y a su tiempo.
El sepulcro de San Pedro lleva alrededor de cuarenta años instalado en la sala capitular. Se trata de una pieza de la segunda mitad del siglo XIII, realizada en piedra caliza policromada, que cuenta la vida de San Pedro de Osma. Esta obra se realizó un siglo después de la muerte del santo, cuando el culto al mismo estaba en su apogeo y se celebraban peregrinaciones hasta sus restos.
Así, se ha incorporado un busto relicario del siglo XV ó XVI que acaba de llegar del Museo del Prado de Madrid, donde ha formado parte de la exposición sobre el retrato. Se trata de un busto relicario de unos 70 centímetros de altura con parte del propio cráneo del santo. La túnica de San Pedro de Osma ha sido recientemente restaurada por la Junta de Castilla y León en el Centro de Restauración de Simancas.En la sala se exponen igualmente restos de tejido de la mortaja de San Pedro de Osma también del siglo XI que se han restaurado igualmente en el Centro de Restauración de Simancas. Este tejido data de finales del siglo XI o principios del XII. Otro de los elementos de la sala capitular es un retablo llegado desde Osona, un frontal de altar que representa al Pantocrator, en la sala también se conserva una pila bautismal del siglo XII llegada desde Tiermes y además también se puede admirar en esa parte del templo catedralicio una piedra con una inscripción islámica del siglo décimo.
Sandra de Pablo, Heraldo de Soria.
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