San Clemente I, papa y mártir: muchos creen que es el mismo Clemente que colaboró con San Pablo. Su glorioso pontificado eclipsó los de San Lino y San Cleto, sus predecesores. Pacificó por carta la Iglesia de Corinto. Relegado al Quersoneso en tiempo de Trajano, fué precipitado en el mar con un ancla atada al cuello. Su cuerpo se venera en Roma en la iglesia de su nombre (90-99).
Oración:
Dios misericordioso y eterno, que te gusta ser visto en el rostro de l@s más pobres, concédenos celebrar con alegría la fiesta de nuestro hermano Clemente, servidor del Pueblo de Dios, que dio testimonio con su muerte e intentó ser coherente con lo que predicaba. Por nuestro Amigo Jesús.
San Columbano, abad: Monje misionero. Nació en Irlanda, en la primera mitad del siglo VI, y se instruyó en las ciencias sagradas y profanas. Reconocido por su gran cultura y sabiduría. Habiendo abrazado la vida monástica, se trasladó a Francia y fundó varios monasterios, que gobernó con una rígida disciplina. Obligado a exiliarse, marchó a Italia, donde fundó el monasterio de Bobbio. Murió el año 615, después de haber llevado una vida ejemplar como cristiano y como religioso. Murió el 23 de noviembre del año 615.Oración:
Padre/Madre, Dios nuestro, que como el abad Columbano creamos necesario el transmitir la Buena Noticia a los que no te conocen, y que los monasterios se conviertan en casas abiertas a todos los hombres y mujeres, que te busquemos a ti en l@s últimos y trabajemos por la justicia. Por nuestro Amigo Jesús.
Santoral:
San Clemente I, papa y mártir; San Columbano, abad; y Beato Miguel Agustín Pro, presbítero y mártir.
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