Un frente común contra los robos en las iglesias
Ical. Soria (8-04-13)
Iglesias y ermitas de pequeñas poblaciones en la provincia de Soria son aún el objetivo de intentos de robo por parte de los amigos de lo ajeno.
No obstante, el peligro continúa y con la llegada de la primavera pueden detectarse posibles robos cometidos durante el invierno, la temporada en la que parroquias y ermitas permanecen menos frecuentadas.
De la situación vivida en Peñalcázar a la que ahora se vive en Nieva de Calderuela quizá no hayan pasado muchos años y, sin embargo, demuestran que ha cambiado mucho la posición ante los robos en los templos.
En Peñalcázar, pueblo-fortaleza deshabitado desde finales de los 70, las campanas de la iglesia de San Miguel, un templo de estilo gótico-renacentista del siglo XV, desaparecieron sin que nadie se diera cuenta hasta tiempo después.
“Nosotros estamos muy contentos, ya que no hemos tenido robos en la práctica totalidad de las parroquias”, dice Rubén Tejedor, encargado de diversas parroquias en la zona próxima a El Burgo de Osma (Soria).
Tejedor es párroco de la iglesia de Fuentecantales, templo que fue víctima del robo de una de las campanas hace ahora tres años.
Cree que una de las mejores medidas que se tomó en la Diócesis de Osma-Soria para salvaguardar el patrimonio de iglesias y ermitas fue la creación del Fondo de depósito de obras de arte.
Para Tejedor, con esta custodia se “evitan perspicacias y sospechas de posible adueñamiento de las obras por parte de quienes están más en contacto con ellas, como puede ser los sacerdotes”.
Obras y alarmas
La desprotección del patrimonio de iglesias y ermitas resulta más preocupante en las áreas más despobladas de Castilla y León, como es el caso de la comarca de Tierras Altas.
“Nosotros llevamos treinta años asegurando la estructura de las iglesias”, relata Antonio Arroyo, párroco de la zona de Tierras Altas.
Paso a paso, obra a obra, han conseguido que inmuebles en mal estado, con cubiertas llenas de goteras en edificios dañados por el paso del tiempo se conviertan en iglesias sólidas y seguras.
“Las últimas reformas ya llevan consigo la incorporación de sistemas de alarma”, comenta Arroyo, quien confirma la culminación de la obra de mejora de la iglesia de Santa Cruz de Yangüas (Soria), gracias a un convenio con varias administraciones para favorecer su arreglo.
También se ha colocado una alarma en la construcción visigoda de Pedro (Soria), el templo más antiguo de la provincia en pie y utilizado cada año.
Obras también se realizan en la ermita de Tiermes, el templo ubicado junto al yacimiento de lo que fue 'Termes', la antigua ciudad arevaca y romana.
Vigilancia
González reconoce que por la zona de Tiermes se ven pasar “coches patrulla de la Guardia Civil”.
Para el primer edil, la labor de vigilancia que se hace se podría complementar “si se preguntara más a los vecinos”.
Recuerda que se han mantenido reuniones en El Burgo de Osma para abordar estos temas.
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