LA SEMANA SANTA CONCENTRÓ EL GASTO EN LAS PROCESIONES Y AHORRÓ EN PROPAGANDA
Se cobró 50 céntimos por cada guía, como forma de ayuda a las Hermandades
Desapareció la ayuda del Gobierno de Cantabria y sólo se mantuvo la del Ayuntamiento, por lo que la Junta de Cofradías eliminó la reunión de bandas de música
Menos folletos y más pequeños, menos carteles, programas de mano en fotocopia y eliminación del concierto de bandas que durante diez años se ha celebrado en la tarde del Domingo de Ramos.
Pero, "a pesar de la crisis y los recortes y de amarrarnos el cinturón, nuestra Semana Santa no perderá ni un ápice de solemnidad", explica Teresa Saro, presidenta de la Junta de Cofradías.
Para contar con un poco más de dinero, la Junta, cobró 50 céntimos por la tradicional guía de la Semana Santa, que incorporó un diccionario de términos cofrades y una relación de los mejores momentos de las celebraciones religiosas y procesionales.
En plena crisis, las novedades en los pasos procesionales han sido muy pocas. La cruz que porta el Señor de la Misericordia, Cofradía de la Inmaculada, estrenó nuevos remates en madera. Los cubrerrostros de los portadores del paso de la Virgen de la Amargura han sido bordados con la efigie de la Virgen; a Agrupación Musical Virgen de la Amargura estrenó uniformes y las cruces que portan los nazarenos de La Pasión, La Paloma y La Oración se han pintado de color marrón para recobrar la imagen de las antiguas cruces de madera que portaron los primeros nazarenos de estas hermandades.
La Cofradía de la Agonía incorporó a las procesiones una banda de tambores, integrada por cofrades de la Hermandad, y la Cofradía de El Santo Entierro encabezó este año sus filas con una cruz de madera policromada procedente de un humilladero de Ruiloba (siglo XVIII), que se guarda en el Museo Regina Coeli (Santillana de Mar).
La carpa de las imágenes, de 700 metros cuadrados de superficie, comenzó a ser montada el día 18 de marzo y la exposición se inauguró el viernes siguiente a las siete de la tarde, a cargo del obispo monseñor Vicente Jiménez Zamora.
Juan C. Flores-Gispert (El Diario Montañés) 19-03-13
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