jueves, 11 de abril de 2013
Sacerdotes jubilados
CUANDO SE CUELGA LA SOTANA
Han dedicado toda su vida a sus deberes como clérigos. Llega la vejez y tienen que afrontar un presente, la mayoría, con dependencia económica
"Tienen libertad para elegir dónde quieren vivir, pero hay una residencia para ellos"
111 sacerdotes tienen más de 75 años. Otros 60 curas tienen entre 65 y 75 años, edad de jubilación para ellos.
"Elías y yo somos los que mejor jugamos a la brisca, los que más ganamos". Lo dice orgulloso Germán Sánchez, un sacerdote jubilado de 76 años de edad que hace pareja a las cartas con Elías Gutiérrez, de 81 años.
"Comemos bien, tomamos una copita cuando es menester, tenemos una casa cálida y una familia que hemos formado aquí". Ellos ejercieron su ministerio en una parte del siglo XX en la que la sotana negra imponía. Ninguno llegó a pisar la moqueta, ni a cubrir su cabeza con el solideo.
Cincuenta años después son personas mayores con todo el peso que los años imponen. La renuncia y el retiro del Papa Emérito, Benedicto XVI, lleva a cuestionarse sobre cómo es la vida de los sacerdotes cuando se jubilan o cuando por razones de salud se les permite abandonar su ministerio.
¿Cómo viven estos hombres que han dedicado su vida a la acción pastoral cuando llegan a ancianos? El Derecho Canónico estipula que a los 75 años todos los sacerdotes, incluidos los obispos tienen que 'dejarlo'. Mediante el Concordato entre el Reino de España y la Santa Sede, todos los sacerdotes que tiene responsabilidades pastorales perciben 950 euros y cotizan a la Seguridad Social hasta que cumplen 65 años. Cuando cumplen 65 años, pasan a cobrar una pensión de 630 euros.
Con ese dinero se tienen que arreglar, pero el Obispado no les deja desamparados. Cuando llega el momento de la jubilación, tienen plena libertad para elegir dónde quieren vivir. En la Residencia Bien Aparecida, los sacerdotes jubilados pagan el 80% de lo que perciben mensualmente, se les deja el 20% para sus gastos personales, y el resto del coste de su estancia, lo abona el Obispado.
Pero se da también el caso de que el cura tenga dinero propio, por familia, herencia o por su trabajo profesional fuera del sacerdocio. En Cantabria, actualmente hay 457 sacerdotes: 275 son seglares y 182 religiosos, más otros cuatro de fuera de la Diócesis que vienen a ayudar.
"En la Residencia San Cándido están mi casa, mi familia y mi vida". José María Gutiérrez tiene 78 años y vive en la Residencia San Cándido, donde está "encantado y perfectamente cuidado".
"Los ahorros de mi familia me están ayudando en la vejez". Cuando nació Jesús Amieva (Santander, 1929) gobernaba la Iglesia Pío X. Monseñor Cirarda le nombró vicario para religiosos y visitador de monjas de clausura. Recibe cada mes 950 euros pero su habitación cuesta 1.384 euros, "el resto lo pago con los ahorros que me dejaron mis padres y mi hermana, después de toda una vida de duro trabajo".
Nieves Bolado (El Diario Montañés) 17-03-13
www.eldiariomontanes.es
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