sábado, 6 de julio de 2013
Sixto de Córdova y Oña
En aquel entonces...
EL CURA MÁS RACINGUISTA
Era una especie de purgatorio aquel paseo por El Sardinero. Sabía que cuanto más intenso y prolongado era aquel vibrante sonido del gol, más emocionante, bello y decisivo había sido.
¿Cómo no iba a ser rancinguista aquel cura que ya era párroco de la iglesia de Santa Lucia cuando los chavales de la Plaza Pombo inventaron el Racing? Sus padres eran sus feligreses y había administrado la primera comunión a la mayoría de aquellos jóvenes.
Sixto de Cordova y Oña (Santander, 1869-1956) era un cura que gozaba con la compañía de la gente, sumergiéndose en sus alegrías, penas, problemas e inquietudes. Por eso también acudía a los Campos de sport para deleitarse con su Racing, hasta que un día, el obispo de Santander, José Eguino y Trecu, dijo las palabras más tristes para el párroco de Santa Lucia: "Veo con pena que mis sacerdotes vayan al fútbol habitualmente, y me gustaría que renunciasen a ello".
Sixto se convirtió en el padre de la trova popular montañesa. Sacerdote ejemplar, obedeció fielmente a su obispo y no volvió a entrar en un campo de fútbol. Sin embargo nadie le dijo nada de pasear por El Sardinero en los días de partido.
Raúl Gómez Samperio (El Diario Montañés) 6-06-13
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